Blogia
Matemáticas y cosas mías

Penurias con Mandrake 9.2 y cosas del UTF-8

He estado trabajando bastante tiempo con la distribución MANDRAKE 9.1. Su instalación y configuración fueron muy sencillas. Sólo tuve un pequeño problema con mi impresora USB que se arreglo conectándola por el puerto paralelo (o sea que no se arregló :) ). Incluso configuré mediante detalladas y ricas instrucciones el programa urpmi para poder actualizarme mi flamante KDE y muchos otros programas a las últimas versiones disponibles. Esperanzado con este panorama me decidí a apuntarme al Mandrake Club por un añito y como premio pude descargarme la versión 9.2 en su "sabor" llamado "Download Edition" (esto no fue fácil pero ya se han contado estos problemas en otros muchos foros y no lo haré aquí). En este punto es cuando empezaron las dificultades. No pude hacer una actualización pues me decía que no detectaba la instalación anterior. Por tanto, salve mis documentos y me puse manos a la obra para instalar desde cero. Todo parecía ir bien hasta que advertí que no reconocía mi tarjeta de sonido y que curiosamente cada vez que entraba en algunas páginas de Mandrake Club con el navegador Mozilla se quedaba "colgado" (esto ya me lo hacía la versión anterior pero pensaba que se habría solucionado). Tampoco me reconocía el escáner (cuando la versión anterior sí lo hacía). En fin, me dije a mí mismo que lo mejor sería probar de nuevo con REDHAT. Así lo hice y el proceso de instalación fue también sencillo y sin muchos problemas. Instalé el apt-get y el red-carpet y conseguí tener una distribución decente sin ninguna de las penurias anteriores. Pero, y ahora viene lo más raro, al abrir de nuevo mis documentos de LaTeX con el editor Kile me encontré horrorizado que habían desaparecido los acentos y salía cosas raras en su lugar. Instalé el corrector aspell con sus correspondientes paquetes de corrección de idioma y me dije que sería fácil corregirlo. Pues nada más equivocado. Primero, el propio corrector no apreciaba los acentos, así que tuve que investigar un poco más y ¡voilá! sólo había que decirle que la codificación era UTF-8. La cosa marchaba de perlas y la corrección se efectúo en un pis-pas. Pero me puse a compilar y comprobé que tenía ¡600 y pico errores! Estaba peor que al principio. Así que me puse a pensar si sería cosa de la codificación en Kile. La cambié a UTF-8 y el remedio fue peor que la enfermedad. Perdí todos los acentos de nuevo. Finalmente, cambié la codificación a ISO-8859-1 y me puse a corregir a mano (pues el dichoso aspell no reconocía acentos con esa codificación). Esto funcionó y recuperé mi documento original. Este calvario me ha servido al menos para aprender y espero que mi experiencia sea útil para otros.

3 comentarios

Luis Giraldo -

Si, de verdad mucha gracias, nos has ahorrado mucho tiempo.

Jack -

Gracias. Lo mismo por aquí. Le cambié a ISO-8859-1 y quedó perfecto. Afortunadamente, yo no había escrito nada, pero estaba peléandome con los acentos para escribir algo.

Anónimo -

Gracias por lo del ISO-8859-1, perdí mucho tiempo intentando solucionar el problema con los acentos en Kile.